jueves, 23 de agosto de 2007

Saber quien soy...

Ésta vez no me voy a esconder con ningún nombre. Voy a decir toda la verdad, y todo lo que siento. Me llamo Paula tengo 17 años, un novio desde hace 3, vivo con mi vieja, y que vieja tengo tanto para contarte sobre ella pero voy a empezar de cero. Cuando nací, mis padres se separaron, hasta el día de ayer nunca supe la razón ni el motivo de su separación, ya que era chica y no entendía mucho esas cosas de grandes. A medida que fui creciendo preguntaba, pero siempre mi vieja esquivaba el tema, o me decía “cuando seas grande lo vas a entender”. Y ese verso o excusa como quieran llamarlo, comenzaba a fastidiarme, así llegué a tener peleas con ella, también empecé a tener muchas dudas, mi cabeza daba vueltas y vueltas sin entender porque me ocultaban a mi padre. Era chica pero sabía bien que algo malo se venia, o me iba a pasar… tenía tantas dudas que en un momento llegué a pensar que era adoptada. Pero no, eso no, hija de mi madre era, el carácter lo había heredado de ella.
A los siete años escuché una discusión, entre mi hermana y mi vieja, yo estaba en la pieza durmiendo, con los gritos desperté, solo alcancé a escuchar que mi hermana dijo “ella no es mi hermana mi papá me lo dijo”, yo me tape bajo las sábanas, llorando en silencio, mi hermana armó su bolso y se fue, desde ese momento empecé a entender como eran las cosas en esa casa. Mi casa, un lugar lleno de problemas que nadie podría resolver, angustias, peleas, miedos, desilusiones, amores, des amores, mentiras, engaños…
Carcarañá, 15 de febrero del dos mil siete, una mañana clara, sin manchas. Quisiera estar sin manchas. Olvidar. Olvidar lo que pasó, pero aún no puedo, es inevitable sacarme èste dolor de mi pecho, siento como si me hubiesen clavado un puñal en la espalda.
Hoy me siento tan mal, llena de odio, esa mañana tan clara se me transformó en una penumbra. El reloj sonó, día sábado, 10 AM. Desperté, desayuné, mi vieja no estaba así que me puse a buscar unas fotos, me subí a una silla y abrí el modular. Me encontré con una bolsa, la saqué y por simple curiosidad empecé a leer unas cartas, unas de amor, otras postales, y quedaban otras que hablaban sobre mí…
Tenía las cartas en mis manos, esas cartas confesaban mi identidad, mis manos temblaban, mi corazón se aceleraba cada vez más, y mi cabeza parecía que iba a explotar…
Creer 17 años de mi vida que no soy la persona por la que todos llaman...ese nombre y apellido que no es el mío. Me siento rara, siento que me falto el amor de un padre, un padre que nunca se presento, nunca pregunto por mí y que difícil se me hace contarlo pero lo voy a hacer… me va a hacer bien desahogarme…
Ya no se puede confiar en nadie, ni siquiera en mi propia vieja, esa vieja llena de secretos, mis secretos, y mi verdad…

martes, 21 de agosto de 2007

Cuando el matrimonio se vuelve tedioso…

Habla demasiado, solo piensa en el fútbol, lo único que le importa son sus amigas. Nunca escucha lo que le digo. Es un desastre estacionando el auto. Vive dando ordenes. No puede hacer más de dos cosas a la vez. En “esos días” se pone insoportable.
Una mañana clara, un cielo sin nubes, mi ventana recorta un cuadrado perfecto de ese cielo casi transparente. Pero ese paisaje hermoso se me borró en un segundo ya no lo aguanto más, piensa que no reconozco que los hombres tienen un poquito mas de “habilidad natural” para conducir un vehículo, porque todos los hombres piensan o dicen que cuando una mujer maneja, te pronuncian esa frase - “y… tiene que ser mujer”- , mientras tanto está la esposa, en este caso yo en el asiento del acompañante…¡¡Me fastidia al oírlo!!!
Manuel tiene 42 años es la edad en donde uno se pone fastidioso, empedernido y a esa edad los años van pasando y las arrugas se le van notando… aunque a mi también se me pasan, ya tengo 37, esa edad en que la mujer esta harta de preparar la comida a horario y que después venga Manuel y te diga…
-¿Me hiciste el pollo con papas?
-No, mi amor te hice bife a la plancha con ensalada.
-Yo que me estuve saboreando toda la mañana el pollo con papas... ¿ y vos me hiciste bife a la plancha?
Entonces me callo la boca y no le digo más nada, pero pienso que ésta mañana como en tantas otras, me acomodé los tiempos para que la comida este a horario, fui de compras, llevé a los chicos a la escuela, limpié la casa, hice sociales en la calle… y éste Manuel... que se me queja por todo ¿y yo que tengo para decir?, si cuando le digo que arregle la canilla del baño de hace un mes que está rota, se sienta en el sofá destapa una cerveza, y se pone a mirar el partido…. Hay dios que será de mí…
Ella siempre fijándose en mí… esa Sandra siempre buscando una excusa para hablar de mí vida… que mujer!!! Cuando tendría que decir que está orgulloso de mi, que soy el mejor esposo y papá del mundo… No, a ella le encanta criticarme también y de paso charlar con las amigas, pasar horas hablando con ellas por teléfono, y mirando esas películas sensibles que transmiten mensajes… En cambio yo un vacan tranqui, en el sillón, total es Domingo y no hay que laburar entonces me quedo en casa, esperando a algún amigo para que me acompañe a la cancha….